Luis Antonio de 15 años, es uno de los 49 niños que residen dentro de la seguridad de los consejeros del Hogar temporal Jineseki, institución del DIF Sonora.
“Todos paramos al uno por uno, y ni modo es difícil estar ahí está oscuro y huele feo” refiriéndose al “uno por uno” como un cuarto de castigo en el que internar a los niños por uno o más días debido a su mala conducta.
Ofreciendo detalles sobre la institución, el joven hizo hincapié a los malos tratos que reciben por parte de los consejeros y en especial del coordinador Elías. “Nos regañan mucho, nos atan a las camas y nos pegan en la cabeza. Hay veces que si no nos formamos a tiempo nos quitan el agua después del receso y nos da mucha sed, nos tenemos que salir del salón para ir por agua”.
Tras un trabajo de inmersión nos percatamos que si hay golpeteos y jaloneos de parte de los consejeros y jaloneos para ejercer presión formar y mantener el orden. Otra de las cosas es que hay mucho contacto físico de pate de los consejeros hacia los internos en especial, el maestro de ingles Luis Miguel que abrazar y toca a los alumnos de una forma no muy adecuada.
Luis Antonio es un joven de Nogales, que arrebatado del seno familiar vivió años en hogares temporales.
“Desde chiquito no veo a mis papas , solo sé que viven en Nogales”
- ¿recuerdas como eran ellos?
- Poquito, me acuerdo pro donde está mi casa, si me voy a Nogales tratare de llegar con ellos, ojala pueda.
- ¿Cómo te sientes en Jineseki?
- Enfadado y aburrido, es la misma, preferiría quedarme en la calle aquí nadie me trata mal ni se ríen de mi.
- ¿Se ríen de ti? ¿Quiénes se ríen de ti?
- Pues, me dicen el frijol y no me gusta ese apodo.
- ¿Y los maestros que hacen al respecto?
- Son ellos los que me pusieron ese sobrenombre, por eso todos me dicen así, y ya me cansé.
- ¿Y el maestro de inglés como se porta con todos ustedes?
- El Luis Mi (risas) nos quiere mucho siempre platica con nosotros y nos ayuda mucho,
- ¿Y Elías el coordinador?
- Es muy buena onda pero es muy sordo.
- ¿Cómo le hiciste para escapar?
- Pues es muy fácil, por atrás de la cocina nunca vigilan, y nos subimos en el techo y nos brincamos por la puerta de la cocina. Ahí no hay cámaras.
- Pero van a poner seis cámaras, ¿Sabías?
- Si, si, pero son amenazas también nos habían dicho que iban a poner en los cuartos.
- Cambiando de tema, ¿por qué te han metido al uno por uno?
- Pues por muchas cosas. Una vez me metieron porque me salí, andaba con unos compas cerca de la secu, y me regañaron bien feo frente a todos y le reclame al consejero y me metió.
- ¿Qué hacías con tus compas?
- Andábamos oyendo el ipod.
- ¿andabas de loco?
- Con mirada de asombro contestó: yo no ando con esas cosas ni fumo fíjate, pero hay muchos que si se drogan y no les dicen nada y ahí están.
- ¿Los llevan a rehabilitación?
- No, esos en la loquera se van y unos regresan, o se quedan en la calle. Oye, pero hay morros buenos… ahí en el Jineseki hay un diputado infantil y un boxeador profesional, si son fregones no como unos que no tiene ninguna gracia.
Después de esta conversación se le consiguió hospedaje a este niño que escapó de Jineseki por la problemática interna que hay en el predio. Un pastor de una iglesia cristiana ayudo y contacto gente en Nogales para qué se encontrara con sus padres… él nunca llegó.